Qué dice la Biblia sobre la forma de la Tierra

La forma de la Tierra ha sido objeto de debate a lo largo de la historia. Mientras que hoy en día aceptamos ampliamente que la Tierra es una esfera, existe una creencia minoritaria que sostiene que la Tierra es plana. Esta idea ha ganado cierta popularidad en los últimos años, en parte gracias a Internet y las redes sociales. Algunos afirman que la Biblia respalda esta teoría de la Tierra plana. En este artículo, examinaremos qué dice realmente la Biblia sobre la forma de la Tierra y exploraremos la interpretación correcta de los pasajes que se utilizan para respaldar la idea de una Tierra plana. También veremos cuál ha sido la posición histórica de la iglesia y concluiremos con un análisis sobre la forma de la Tierra según la Biblia.

¿Qué dice la Biblia sobre la forma de la Tierra?

La Biblia no aborda directamente la forma de la Tierra de una manera explícita y detallada. Sin embargo, hay algunos pasajes que se han citado como evidencia de que la Biblia enseña una Tierra plana. Uno de los pasajes más citados es Isaías 40:22, que dice: "Él [Dios] es el que está sentado sobre la redondez de la tierra". Algunos argumentan que la palabra "redondez" en este verso se refiere a una Tierra plana y no a una esfera.

Sin embargo, el término hebreo utilizado en este verso, "khug", se traduce comúnmente como "círculo" o "esfera". Es importante destacar que el término hebreo no implica necesariamente una forma plana, sino más bien una forma redonda o circular. Además, este verso no se refiere específicamente a la forma de la Tierra, sino a la grandeza e infinitud de Dios.

Otro pasaje que se utiliza a menudo es Job 38:13, que dice: "13 para que comprendas la extensión de la tierra, y sepas dónde está el lugar de su morada". Algunos afirman que la referencia a la "extensión" de la Tierra implica una forma plana. Sin embargo, una interpretación más adecuada de este verso es que se refiere a la extensión de la Tierra en términos de su tamaño y amplitud, no de su forma.

La cosmología bíblica y su interpretación correcta

Para comprender adecuadamente cómo la Biblia habla de la forma de la Tierra, es importante tener en cuenta la cosmovisión bíblica en su contexto histórico y cultural. La Biblia fue escrita en un momento en el que las personas tenían una comprensión limitada del mundo y su cosmología refleja esta comprensión limitada.

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La cosmología bíblica se basaba en una perspectiva geocéntrica, es decir, una visión en la que la Tierra era considerada el centro del universo. Esto era consistente con la forma en que la mayoría de las civilizaciones antiguas veían el mundo. Sin embargo, esto no implica necesariamente que la Tierra fuera considerada plana.

Además, hay que tener en cuenta que la mayoría de las descripciones bíblicas sobre la Tierra se centran en su relación con Dios y su propósito en la historia de la salvación. La forma física de la Tierra no era una preocupación central para los escritores bíblicos.

La visión de la iglesia sobre la forma de la Tierra

Contrariamente a lo que se afirma a veces, la iglesia no ha promovido históricamente la idea de una Tierra plana. Durante la Edad Media, los eruditos y teólogos cristianos estaban de acuerdo en que la Tierra era redonda. Esto se evidencia en las obras de eruditos como San Agustín y Tomás de Aquino.

La idea de que la iglesia enseñó una Tierra plana se basa en gran medida en la idea errónea de un "conflicto de ciencia y religión" que se desarrolló en el siglo XIX. Esta visión errónea fue popularizada por la tesis del conflicto histórico, que retrata la relación entre ciencia y religión como un enfrentamiento constante. En realidad, la mayoría de los científicos y teólogos en la historia han visto la fe y la ciencia como complementarias y no opuestas.

Además, la idea de una Tierra plana también ha sido influenciada por la traducción de la Septuaginta, una antigua versión griega de la Biblia. En algunos pasajes, la Septuaginta tradujo la palabra hebrea "khug" como "placa" en lugar de "redondez". Esto llevó a una interpretación errónea de la forma de la Tierra en ciertos círculos.

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Desmitificando la teoría de la Tierra plana en la Biblia

A pesar de las afirmaciones de que la Biblia enseña una Tierra plana, un examen cuidadoso de los pasajes utilizados para respaldar esta idea muestra que esta interpretación es errónea.

Por ejemplo, el Salmo 104:2-3 se cita a menudo como evidencia de una Tierra plana, ya que menciona que Dios "extendió los cielos como una tienda". Sin embargo, esta descripción no implica necesariamente una Tierra plana. Más bien, se refiere a la grandeza y majestuosidad de Dios al crear los cielos y la Tierra.

Además, en el libro de Job, encontramos varias referencias a la tierra en relación con los pilares y cimientos. Algunos argumentan que esto implica una Tierra plana apoyada por pilares. Sin embargo, esta interpretación no tiene en cuenta el carácter poético y metafórico de los pasajes de Job. Estas descripciones se utilizan para transmitir la grandeza y la solidez de la creación de Dios, no para describir la forma física de la Tierra.

Conclusiones sobre la forma de la Tierra según la Biblia

La Biblia no enseña una Tierra plana. Las interpretaciones erróneas que respaldan esta idea se basan en una mala comprensión de la cosmología bíblica, errores de traducción y una interpretación literalista de los pasajes bíblicos.

La visión histórica de la iglesia no ha respaldado la idea de una Tierra plana. La creencia en una Tierra plana se ha popularizado en tiempos más recientes, pero carece de un respaldo sólido en las Escrituras.

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Es importante recordar que la Biblia no es un libro de ciencia, sino un libro de fe y revelación divina. Las afirmaciones científicas sobre la forma de la Tierra deben basarse en la evidencia y la investigación científica, no en una interpretación errónea de la Biblia.

En última instancia, la forma de la Tierra es un asunto científico y empírico que se ha confirmado repetidamente a lo largo de la historia. Nosotros, como cristianos, podemos celebrar el poder y la grandeza de Dios en su creación, tanto en la forma de una Tierra redonda como en las profundidades del espacio exterior.