Símbolo Del Pez En La Biblia.

- El pez, símbolo del llamado divino
- El pez en las parábolas del Reino
- Juicio y destrucción: peces y humanidad
- El pez como símbolo negativo: el ejemplo del faraón
- Multiplicación milagrosa: peces como propagación de la Palabra
- Pescadores de hombres: discípulos y evangelización
- El río vivificante: los peces de Ezequiel
- La puerta del pescado: separación y juicio
- Maná y peces: alimento espiritual y terrenal
- El hombre, guardián de la creación
- Deberes hacia los animales: la importancia del cuidado
- Conclusión: el pez como símbolo del llamado divino
El pez, símbolo del llamado divino
En la Biblia, el pez es mucho más que una criatura acuática; es un símbolo poderoso que representa el llamado divino, la selección de almas y la propagación de la Palabra de Dios. Este artículo explora en profundidad las diversas interpretaciones bíblicas sobre este símbolo y cómo se relaciona con el destino espiritual de la humanidad.

El pez en las parábolas del Reino
La red de pesca y la selección divina
Jesús compara el Reino de los cielos con una red lanzada al mar, recogiendo toda clase de peces (Mateo 13:47-50). Esta parábola enseña sobre el juicio final, donde los justos (peces buenos) serán separados de los malvados (peces malos).
Mateo 13:49: "Así será al fin del mundo: Los ángeles vendrán y separarán a los malvados de entre los justos."
Juicio y destrucción: peces y humanidad
La ira de Dios según Sofonías
Dios anuncia la destrucción total debido a la corrupción del hombre, incluyendo hombres, bestias, aves y peces:

Sofonías 1:3: "Destruiré a los hombres y a las bestias, a las aves del cielo y a los peces del mar."
El Libro de la Vida del Cordero también enfatiza esta destrucción como consecuencia de la iniquidad y arrogancia humanas (p. 393).
El pez como símbolo negativo: el ejemplo del faraón
Profecía contra Egipto en Ezequiel
En Ezequiel 29:3-5, el faraón es representado como un gran pez (o cocodrilo) cuyos seguidores son peces adheridos a sus escamas. Este pasaje simboliza cómo líderes malvados pueden arrastrar a sus seguidores hacia la ruina:
Ezequiel 29:4: "Pondré anzuelo en tus quijadas y te sacaré de en medio de tus ríos, con todos los peces adheridos a tus escamas."
Multiplicación milagrosa: peces como propagación de la Palabra
El milagro de los panes y los peces
La multiplicación milagrosa (Juan 6:9-14) representa la propagación de la Palabra de Dios, alimentando espiritualmente a la humanidad:

Juan 6:11: "Jesús tomó los panes, dio gracias, y los distribuyó... También les dio tanto pescado como quisieron."
Este milagro simboliza cómo la enseñanza divina, al multiplicarse, satisface espiritualmente a multitudes.
Pescadores de hombres: discípulos y evangelización
Jesús llamó a sus discípulos a ser "pescadores de hombres" (Mateo 4:19, Marcos 1:17). Este llamado se manifiesta plenamente en la captura milagrosa de peces narrada en Juan 21:1-13, que simboliza la conversión y reunión de creyentes:
Juan 21:6: "Echen la red a la derecha... y no podían sacarla por la gran cantidad de peces."
Esta abundancia refleja la eficacia de difundir la Palabra (el Libro de la Vida del Cordero) para atraer y salvar almas.

El río vivificante: los peces de Ezequiel
Ezequiel 47 describe un río que representa la Palabra de Dios, que transforma las aguas muertas en vida, simbolizando la conversión espiritual:
Ezequiel 47:9: "Todo ser viviente habitará dondequiera que corra el arroyo; habrá muchos peces porque las aguas se sanarán."
Esta visión profética subraya el poder transformador del mensaje divino.
La puerta del pescado: separación y juicio
La "puerta del pescado" en Sofonías 1:10, Nehemías 3:3 y 12:39 simboliza el juicio divino y la separación entre justos e injustos, destacando la importancia espiritual del discernimiento final.
Maná y peces: alimento espiritual y terrenal
En Números 11, el maná representa el pan espiritual (el conocimiento divino), mientras que los peces simbolizan el deseo terrenal. Este contraste enseña la importancia de valorar el alimento espiritual sobre el físico, advirtiendo sobre la codicia material:
Números 11:5: "Nos acordamos del pescado que comíamos en Egipto."
El hombre, guardián de la creación
Desde Génesis (1:26-28 y 9:2), Dios otorga al hombre autoridad sobre peces y toda creación, destacando la responsabilidad humana como guardián de la vida animal.
El Libro de la Vida del Cordero enfatiza:
"El hombre debe velar por todos los seres que Dios ha puesto bajo sus pies." (p. 361)
Deberes hacia los animales: la importancia del cuidado
Durante los días finales, el cuidado hacia los animales será crucial:
"Los animales dependientes del hombre también deben ser salvados, pues son tan importantes como vosotros en este rescate." (Libro de la Vida del Cordero, p. 454)
Este mensaje recalca la importancia del respeto y protección hacia todas las criaturas.
Conclusión: el pez como símbolo del llamado divino
Finalmente, el símbolo del pez es dual: puede representar seguidores ciegos que confían en líderes corruptos (como el faraón) o aquellos llamados por Dios a través del mensaje divino (peces buenos). La Biblia nos invita a discernir claramente para pertenecer al grupo de peces buenos, aquellos destinados a formar parte del Reino eterno.
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