Quién era Beelzebú de acuerdo a la Biblia

Beelzebú es un nombre que ha generado controversia y curiosidad a lo largo de los siglos. Según la Biblia, este nombre está asociado con una figura maligna y poderosa, a menudo identificada con Satanás. En este artículo exploraremos quién era Beelzebú según la Biblia y qué significado tiene este nombre en el contexto religioso. Descubriremos su origen, su relación con el Antiguo Testamento y su importancia en las enseñanzas de Jesús. Acompáñanos en este viaje para comprender más sobre esta figura misteriosa.

¿Quién era Beelzebú según la Biblia?

Origen y significado de Beelzebú en el Antiguo Testamento

Para entender quién era Beelzebú según la Biblia, es necesario hacer referencia a su origen en el Antiguo Testamento. En 2 Reyes 1:2-3, encontramos la primera mención de este nombre:

"Y se enfermó Ocozías y envió mensajeros, y les dijo: «Id y consultad a Baal-zebub, dios de Ecrón, si sanaré de esta enfermedad».
Pero el ángel de Jehová habló a Elías tisbita diciendo: «Levántate, y sube a encontrarte con los mensajeros del rey de Samaria y diles: "¿No hay Dios en Israel para que vayáis a consultar a Baal-zebub, dios de Ecrón?"’»"

En este pasaje, Ocozías, rey de Samaria, decide consultar a Baal-zebub, dios de Ecrón, para buscar una respuesta a su enfermedad. Sin embargo, Dios envía al profeta Elías para confrontar al rey y acusarlo de no buscar a Dios en momentos de necesidad. Esta confrontación es importante porque revela la relación entre Baal-zebub y los dioses falsos adorados por los filisteos.

El nombre Beelzebú deriva de Baal-zebub y su significado es "señor de las moscas". Es importante señalar que el término "señor de las moscas" no se refiere literalmente a un dominio sobre estos insectos, sino que es una expresión metafórica para describir a un dios filisteo y su naturaleza maligna. Las moscas eran consideradas como símbolos de corrupción y degeneración en la cultura de la época, por lo que asociar a Baal-zebub con ellas enfatizaba su carácter malévolo.

Beelzebú como sinónimo de Satanás en la interpretación judía

A lo largo de la historia, el nombre de Beelzebú ha sido interpretado en diferentes contextos religiosos. En la interpretación judía, Beelzebú pasó a ser considerado un sinónimo de Satanás. Esta asociación se deriva de la acusación que los fariseos hicieron a Jesús en Mateo 12:24:

"Pero los fariseos, al oírlo, decían: «Este no echa fuera los demonios sino por Beelzebú, príncipe de los demonios»."

En este pasaje, los fariseos acusan a Jesús de expulsar demonios por el poder de Beelzebú. Esta acusación refuerza la conexión entre Beelzebú y el mal en la interpretación judía. Aquí, Beelzebú se identifica como el príncipe de los demonios, una figura poderosa y maligna que se opone a Dios y a la obra de Jesús.

El conflicto entre Jesús y los fariseos respecto a Beelzebú

El conflicto entre Jesús y los fariseos respecto a Beelzebú es un tema recurrente en los evangelios. Los fariseos cuestionaban los milagros y enseñanzas de Jesús, atribuyéndolos a poderes demoníacos y desacreditando su autoridad divina.

En Mateo 12:25-26, Jesús responde a las acusaciones de los fariseos:

"Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, les dijo: «Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá.
Si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido; ¿cómo, pues, permanecerá su reino?"

Con estas palabras, Jesús argumenta que si él estuviera aliado con Satanás, no habría forma de expulsar demonios, ya que estarían luchando entre sí. De esta manera, Jesús demuestra la incoherencia de la acusación de los fariseos y refuerza su propia autoridad divina.

Además, en Marcos 3:22-26, se menciona otro episodio en el que los escribas acusan a Jesús de estar poseído por Beelzebú:

"Y los escribas que habían descendido de Jerusalén decían: «Él tiene a Beelzebú y por el príncipe de los demonios expulsa a los demonios».
Entonces él los llamó y les dijo por parábolas: «¿Cómo puede Satanás echar fuera a Satanás? Si un reino está dividido contra sí mismo, ese reino no puede continuar en pie.
Y si una casa está dividida contra sí misma, esa casa no podrá sobrevivir.
Así que si Satanás se levanta contra sí mismo y se divide, no puede permanecer sino que ha llegado su fin."

Nuevamente, Jesús argumenta que la acusación de los escribas no tiene sentido, ya que sería contradictorio que Satanás expulse a sí mismo. Estos enfrentamientos con los fariseos respecto a Beelzebú revelan la importancia de esta figura en la confrontación de Jesús con los líderes religiosos de su tiempo.

Las enseñanzas de Jesús sobre la lealtad y la persecución a raíz de Beelzebú

A raíz de las acusaciones de los fariseos relacionadas con Beelzebú, Jesús aprovecha estas situaciones para enseñar a sus discípulos sobre la lealtad y la persecución que enfrentarán por seguirlo. En Mateo 10:24-25, Jesús les advierte:

"El discípulo no es superior a su maestro, ni el siervo superior a su señor.
Le basta al discípulo con ser como su maestro, y al siervo, como su señor. Si al dueño de la casa lo han llamado Beelzebú, ¡cuánto más a los de su casa!"

En este pasaje, Jesús compara a sus discípulos con él mismo y les recuerda que si él ha sido llamado Beelzebú, los discípulos también serán objeto de acusaciones y persecución. Les enseña que ser seguidor de Jesús implica enfrentar oposición y ser odiado por el mundo, pero que deben mantenerse fieles a su enseñanza.

Jesús continúa exhortando a sus discípulos en Mateo 10:28-31, diciéndoles:

"No temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; más bien temed a aquel que puede hacer perecer tanto el alma como el cuerpo en el infierno.
¿No se venden dos gorriones por un cuarto? No obstante, ni uno de ellos caerá a tierra sin que lo permita vuestro Padre.
A vosotros hasta los cabellos de la cabeza os están todos contados.
Así que no temáis; vosotros valéis más que muchos gorriones."

En estas palabras, Jesús insta a sus discípulos a no temer a aquellos que pueden dañar su cuerpo, sino a temer a Dios que tiene control sobre el destino eterno del alma. Les recuerda que Dios cuida incluso de las pequeñas aves y que ellos, como sus seguidores, tienen un valor mucho mayor.

Además, en Lucas 11:17-18, Jesús pronuncia las siguientes palabras:

"Pero él, conociendo sus pensamientos, les dijo: «Todo reino dividido contra sí mismo es asolado, y una casa dividida contra sí misma cae.
Si Satanás está dividido contra sí mismo, ¿cómo podrá subsistir su reino? Pues decís que yo echo fuera a los demonios por Beelzebú."

Aquí, Jesús nuevamente hace hincapié en la incoherencia de atribuirle a Beelzebú el poder de expulsar demonios, ya que estaría yendo en contra de sus propios intereses. Estas enseñanzas de Jesús se centran en la importancia de mantener la fidelidad y el enfoque en Dios a pesar de la persecución y la oposición de los enemigos.

Conclusion

Beelzebú es una figura que tiene su origen en el Antiguo Testamento como una deidad filistea asociada al mal. A lo largo del tiempo, este nombre ha sido interpretado como un sinónimo de Satanás en la tradición judía. En los evangelios, Jesús se enfrenta a los fariseos por las acusaciones relacionadas con Beelzebú, utilizando estos conflictos como oportunidades para enseñar a sus discípulos sobre la lealtad y la persecución que enfrentarán por seguirlo. Jesús les recuerda que si él ha sido llamado Beelzebú, también lo serán sus seguidores. A pesar de estas acusaciones, Jesús muestra su autoridad divina y exhorta a sus discípulos a no temer, confiando en la protección y el cuidado de Dios. En última instancia, Beelzebú, en la narrativa bíblica, representa el mal y la oposición a Dios, pero al mismo tiempo es un recordatorio de la fidelidad y el amor de Jesús hacia sus seguidores.